Por desgracia somos testigos del desuso en cual ha caído “la hora de la lectura del cuento” con los padres, abuelos, maestras o nanas. Pocas personas son conscientes de los enormes beneficios que de esta práctica…el cuento infantil posee un protagonista (príncipe, guerrero…el bien) y un antagonista (dragón, bruja…el mal). Así el niño se identifica a través de la lectura con uno o con otro. La historia se desarrolla hasta llegar a un clímax para luego desarrollarse una resolución o desenlace. El cuento infantil tiene un FINAL FELIZ…así el niño puede proyectar o volcar su mundo interno en el cuento y confiar en que el conflicto se podrá resolver.