Los límites son referentes que nos ayudan a enmarcar nuestra conducta. La carencia de los mismos causa caos y tiene consecuencias en la vida de uno mismo y de los demás.

Los límites son delineados por las figuras de autoridad para vivir en armonía, por ej: padres, escuela, normas y horarios de oficina, signos de vialidad, códigos de ética, reglamentos, etc.

Los límites de los padres hacia sus hijos, deben ser firmes y amorosos, asimismo deben ser modelados por los adultos para que el hijo encuentre una congruencia entre el decir y el hacer. En ocasiones los límites causan frustración en los niños y justo la tolerancia a la frustración es lo que enseña a los menores “de aquí a aquí SI…pero de acá a acá NO”. Ello los ayudará posteriormente a adaptarse a distintos ámbitos y sociedades con reglas distintas.